Según los gestores, la inestabilidad política y las severas restricciones impuestas en Cataluña han hecho que esta comunidad lidere el ranking de los concursos de acreedores. Especialmente, en hostelería y comercio.
En los últimos tres meses, Cataluña se ha convertido en la comunidad autónoma con más autónomos en concurso de acreedores. Según un informe de la consultoría Informa D&B, Cataluña concentra casi el 30% de todos los concursos formalizados por pequeños negocios de España, mientras que Madrid, la segunda que más tiene, apenas si concentra el 16%.
Según los expertos consultados por este diario, este incremento de este mecanismo que se utiliza para cerrar un negocio no es algo casual, sino que se ha visto influido por la inestabilidad política y por las restricciones impuestas a miles de negocios.
Son muchos los gestores, empresarios o abogados que consideran que, además de los claros efectos negativos que la pandemia ha ocasionado en los negocios de Cataluña, una de las principales razones del aumento de liquidación de actividades es la inestabilidad política por la que atraviesa el territorio. Distintas fuentes consultadas señalan que “quizá durante años se hayan descuidado otros aspectos importantes como mantener el tejido productivo”, apuntaron los expertos consultados.
De hecho, el presidente de la Confederación Española del Comercio (CEC), Pedro Campo, señaló que “la inestabilidad política influye negativamente en el consumo. Lo que no sea normalidad y tranquilidad, hace que el consumidor se retraiga y no salga a las calles a comprar en los comercios”. Por su parte, Jaume Barcons, gestor y abogado de la Gestoría Barcons, explicó que en Cataluña “ha habido muchas salidas de empresas y grandes corporaciones que generaban negocios indirectos”. Con lo cual, eso también ha forzado la desaparición de actividades y, por tanto, autónomos.
En Barcelona las restricciones son más duras que en Madrid
Otra de las principales razones que podrían explicar el aumento de concursos en Cataluña son las restricciones sanitarias. A diferencia de otras comunidades autónomas, Barcelona decidió que no se pudiera cenar en restaurante y que únicamente se pudiera pedir comida para llevar. El toque de queda se fijó a las 22:00 horas. “Es lógico que a muchos autónomos de la restauración no les salgan las cuentas. Los gastos que tiene que soportar un local son los mismos que antes, pero con la diferencia de que ahora no están ingresando practicante nada“, explicó Cristina Pérez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos en Cataluña (ATA Cataluña).
“Mientras tanto, Madrid ha seguido abriendo. Cataluña, por el contrario, ha tenido unas restricciones más duras con decreto de cierre de la hostelería y el comercio. Eso hace que muy pocos restaurantes y comercios pueden soportar económicamente esta sangría empresarial, y la única vía que hay es el concurso“, señaló Pérez.
Por otra parte, tanto la presidenta de ATA Cataluña como desde la CEC, señalaron que el incremento de los concursos de acreedores en los pequeños negocios “se trata de algo acumulativo. Si los años anteriores a la pandemia no estaban siendo muy buenos, la crisis del Covid-19 ha supuesto la puntilla definitiva para muchos de ellos”.
Hostelería y comercio encabezan los concursos
El informe de la consultoría explica que el aumento de los concursos se debe a la difícil situación por la que están pasando los sectores y concretamente la hostelería. En 2021, este sector concentra el mayor número de cierres de negocios con un incremento del 173% respecto al año anterior.
Sin embargo, y a pesar del repunte de los concursos en la hostelería, es el sector del comercio el que encabeza la lista de cierres de negocios. En lo que va de año, las tiendas concentran casi el 22% del total de concursos de acreedores, seguido por el sector de la construcción y el de actividades Inmobiliarias con un 17,8% cada uno. Hostelería representa el 17,3% del total.
El presidente de la CEC explicó que la razón principal de que sea en su sector sea donde más negocios estén desapareciendo es “la falta de consumo. Las restricciones horarias y de movilidad hacen que los niveles de consumo estén muy bajos, desconocidos en el sector“. Además, Campo añadió que la situación de estos negocios en los momentos previos a la pandemia “tampoco era muy boyante. Muchos autónomos del comercio minorista estaban en una situación de supervivencia y ahora no pueden hacerle frente a esta crisis”.
“Hay que tener muy en cuenta que el comercio y la hostelería, y en general el resto de actividades asociadas al turismo, han sufrido más gravemente las consecuencias de las restricciones sanitarias. Pese a las ayudas estatales, muchos negocios no habrán podido aguantar las exigencias y los continuos cierres, y habrán tenido que iniciar un procedimiento concursal” reseñó el presidente de ASPAC.
Lo situación actual no muestra lo que está por venir
Tal y como adelantó este diario digital, en el mes de junio los expertos en fiscalidad y economía auguraban un “importante aumento de los procesos de mediación de deudas en el ámbito de los trabajadores autónomos. Las personas físicas necesitan acceder a los concursos de acreedores, debido a los estragos que ha ocasionado el virus en su economía”, explicaron desde la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC).
Sin embargo, para su presidente, Diego Comendador, los datos anuales no muestran la verdadera realidad de insolvencia del tejido productivo. “Lo que va a venir de aquí en adelante va a ser mucho peor. Hay muchas empresas que están muertas, que están subsistiendo a base de ayudas, y cuyo cadáver no ha salido a la luz” advirtió Comendador.
La Ley de Segunda Oportunidad ofrece una salida legal a los autónomos que se han visto imposibilitados para pagar sus deudas. Y si algo ha traído consigo la crisis del coronavirus para los pequeños negocios ha sido falta de ingresos y, por tanto, insolvencia en sus actividades. Si bien desde que se aprobó esta Ley en España -en el año 2015-, tan sólo se han acogido a ella 10.000 personas, el abogado judicial experto en la materia, Javier López, estimó que entre este año y el que viene, las solicitudes se multiplicarán de forma exponencial. “Han aumentado en más de un 200% las llamadas de asesoramiento de trabajadores autónomos sobre esta Ley desde que comenzó la pandemia”, aseguró el abogado.
Además, los últimos datos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE), son a día de hoy, una prueba de que también desde el propio Ejecutivo eran conscientes de que la crisis sanitaria y económica del Covid-19 supondría un notable aumento de los concursos de acreedores: “las mediaciones y los concursos por insolvencia de autónomos y pymes se están incrementando considerablemente a raíz de la situación actual”, recogió el documento.
Concursos de acreedores exprés
La actual Ley Concursal establece dos vías para acometer este procedimiento legal: una ordinaria y otra exprés. Recurrir a esta segunda opción puede ser una buena alternativa a la hora de liquidar una empresa en crisis porque permite liquidar las deudas y/o cerrar el negocio prácticamente de inmediato. “Desde el momento en que se procesa la solicitud y se declara el concurso transcurren entre un mes y medio y dos meses”, explicó Xiomara Jiménez, abogada del área de Gestión de crisis en AGM Abogados.
La finalidad de este mecanismo es facilitar la liquidación de las sociedades que se encuentran en una situación de “insolvencia absoluta”, siempre y cuando demuestren que no existe posibilidad de superar esa incapacidad de pago ni a corto ni a largo plazo. Es decir, es una opción que se ofrece para casos “especialmente críticos” donde “el patrimonio de la empresa es nulo”, por lo que se declaran en “quiebra total”, detalló Jiménez.
Generalmente los concursos de acreedores suponen un proceso de largo recorrido que puede alargarse varios años hasta la liquidación completa de la empresa en cuestión. Por ello, el concurso exprés se presenta como una solución para los autónomos que se plantean cerrar su negocio en crisis mediante una vía más rápida y económica que la fórmula tradicional: no se procede al nombramiento de administración concursal, no se lleva a cabo la fase de calificación del concurso y, además, el juez dicta en el mismo auto la apertura y conclusión del concurso, así como la extinción de la sociedad y el cierre de la hoja mercantil.
Artículo de Andrea González en Autónomos y Emprendedores con la colaboración de Jaume J. Barcons.
Artículo original.